Des D On Tornar A Estmiar

Nunca hasta ahora, Joan Margarit no había escrito un libro que, conservando la ternura de sus primeros poemas, tuviera también la lucidez severa de los últimos. La inteligencia sentimental y la belleza abrupta de estos versos significan un paso de gigante en la poesía del poeta catalán más leído de nuestro tiempo. Sentado en un tren contemplo los campos y de repente, fugaz, pasa una casa que es el relámpago de alguna verdad. Sería un error bajar del tren. Ya no sería. Amar es donde, y siempre hay algo que me lo revela: una azotea al sol, la tarima del director de orquesta sin nadie, sólo con una rosa, mientras alrededor los músicos tocan solos. Un dormitorio en el? Amanecer, un campo segado. Por supuesto, el canto de esos pájaros en el cementerio una mañana de junio. Amar es donde. Perdura en el fondo de todo: es de donde venimos. Y es aquel lugar donde va quedando la vida.