Benvolguda (catalán)

Remei Duran es una dibujante de prestigio que se considera una atractiva señora de cincuenta y pocos años, demasiado feliz esposa y madre. Una tarde, sentada en el asiento trasero del coche familiar, adivina, con toda nitidez, que su joven marido, violinista titular en una orquesta, se enamorará de la chica, violinista suplente, que les acompaña a casa para ensayar y que se sienta junto a él. Ellos dos todavía no lo saben. Ella, sí. A partir de esa certeza demoledora, la protagonista de la novela, una mujer decidida acostumbrada desde la infancia a luchar por la supervivencia, no tiene otra opción que darse cuenta de lo que es envejecer por dentro asumiendo de repente la vulnerabilidad del amor matrimonial, la drogodependencia de la maternidad, la caducidad de la vida artística. Empar Moliner exhibe su talento literario en un relato conmovedor e inolvidable sobre la amistad, el paso del tiempo, el perdón y la crudeza secreta, nunca explicada y siempre suavizada, del climaterio. Ahora ya tengo la confirmación científica del estado volátil en el que me he instalado el último año sin haber prestado atención. La caída de estrógenos combinada con la intolerancia a la lactosa y la pérdida de visión de cerca hacen que me mire el mundo desde unas ligeras alas de espiadimonios. Por eso podré ver, con toda nitidez, que mi marido se enamorará de aquella otra.